jueves, 19 de abril de 2012

LAGUNAS ABRIL 2012


Rrrriiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnggggggg!! Suena el despertador. Son las 7.25 de la mañana. Lo paró y me digo: ¡Ojalá esté lloviendo! Pero no es así. A los dos minutos una llamada inesperada me dice que un integrante del grupo se cae de la expedición por un asunto grave. Pensamos abandonar y no realizar la ruta, pero también pesamos en la gente que estará esperando.


Por tanto, decido levantarme, y tras recoger el bolso que estaba preparado de la noche de antes, me dirijo, junto con Luis, a por la bici y demás enseres (agua, bebida isotónica, plátanos...) para llevarlos al punto de reunión: el Avenida. Mientras cargamos las bicis en los dos carros, cedidos por Víctor y Pepe, nos damos cuenta de que el bar está cerrado. Pero no pasa nada, solución rápida: ir a tomar un café a uno de los bares colaboradores con Záncara Mtb: la Tasca Valero. Tras reponer fuerzas, nos subimos en los coches y nos dirigimos a nuestro punto de partida: LAS LAGUNAS DE RUIDERA. Tras un “ligero paseo” por los interiores de Villarrobledo, cogemos la carretera que va hacia Ossa de Montiel y en la que vamos divisando si llueve o no.

A eso de las 9.50 llegamos al Paraje de las Lagunas, a escasos metros del Camping Los Batanes. Mañana fresquita pero sin rastro de lluvia. Tras descargar las bicis y cambiarnos de atuendo, comenzamos nuestra ruta sobre las 10.15 de la mañana.

Los primeros kilómetros trascurren por carretera en donde vamos comprobando el estado del camino que debemos coger al otro lado de las lagunas que vamos atravesando: La Redondilla, La Lengua, Batanes, la Colgada y la del Rey. Tras llegar a Ruidera y cruzar el puente cogemos el primer camino que sale a la izquierda para rodear de nuevo y por el otro lado las Lagunas anteriormente nombradas. Durante unos cuantos kilómetros, atravesamos el camino inundado de charcos, lo cual nos hace pensar que todo el recorrido estará embarrado.

Marcamos un buen ritmo, en el que todos nos sentimos a gusto y tras varios acontecimientos (adelantamos a un grupo de bikers y a otro más amplio haciendo senderismo, la rotura de las gafas de Chema, la minicaída de Julián y el mal estado de su bici…), nos dirigimos a ascender la primera de las rampas de larga duración pero de media dificultad para lo que estamos acostumbrados en el pueblo.

Tras una hora y media de recorrido aproximadamente, decidimos parar en un restaurante conocido por parte de los integrantes de la ruta que está cerca de la Laguna Tomilla, para tomar un refrigerio consistente en un par de pinchos (para hacer honor al grupo de “MORUNOS” que nos acompañaba) y unos cuantos botellines, sin contar los chupitos.

A eso de las 12.15 y con un poco de flato, retomamos el camino que rodea esta laguna para ascender a la Cruz de las Monjas. A lo largo de esta ascensión, varia el grado de dificultad, pasando de grandes repechos a cortos descensos. Una vez en la cima, divisamos una gran panorámica de las Lagunas altas. Como todo gran aventurero, decidimos bajar, en lugar de por el camino de vuelta, por una senda empinada que a ratos permite montar en bici y en otros montar a la bici en el hombro. Vamos un raid en toda regla. A la bajada, los primeros integrantes intentan grabar al resto para poder conseguir alguna “torta o caída”, pero sin éxito. Principalmente esto es lo que veníamos buscando cuando planteamos esta ruta.

Por el horario que llevábamos, decidimos regresar. Para ello, volvimos a pasar por el restaurante (esta vez sin tomar nada) y coger la carretera que nos llevaba al punto de salida donde se situaban los coches.

Tras inmortalizar el evento y cargar las bicis, regresamos al poblado donde nos esperaban unas deliciosas botas de cerveza en El Pastor.

En definitiva, gran día para compartir con los amigos subido en bici. Aprovechar para dar las gracias a los bikers que realizaron el recorrido, tanto del grupo MORUNOS (Víctor, Amadeo y Chema) como del ZÁNCARA MTB (Luis, Juanfran, Emilio Julián, Pepe y Julián).