lunes, 30 de julio de 2012

CRÓNICA "ALCAPRO"



Direis que hace un mes (30 de junio), si pero voy a recordarlo…

Tras terminar de currar y regresar al pueblo para comer, me dirigí a localidad de Tarancón con mi vehiculo propio, varios acompañantes para traerlo (Carlos y Jose) y mi bici Bavieca, cargado de gran interés por la aventura que iba a depararme. Sin haberlo previsto, llegué con unos cinco minutos antes al hostal sobre la expedición que había empezado por la mañana. Saludé a todos y les acompañe a tomar un refrigerio antes de ir a las habitaciones. Tras las correspondientes duchas, quedamos para cenar y posteriormente dar un paseo por la zona, en donde encontramos un local adecuado para “descansar”.

A las 7.15 h de la mañana sonó el despertador y, tras una ducha (yo no tome el día anterior), fuimos a desayunar y a comenzar la segunda mitad de la aventura ALCAPRO.

 
Fueron muchas las localidades que fuimos atravesando y dejando atrás (Tibaldos, “La aventura de Uclés”, Saelices y su almuerzo, Paso por las cercanías de Segóbriga, Villarejo de Fuentes y Fuentelespino de Haro), no sin antes tomar un “refresco” en cada una de ellas, pues el día marcaba unos cuantos graditos. Tras varios piques de velocidad poniéndose parte del grupo a rueda y a tirar, la expedición verde se adentraba en cada pueblo dejando su sello de identidad.

 
A la hora de comer, nos situábamos en la piscina de Villaescusa de Haro, donde comimos acompañadas de una legión de moscas y servidos por el camarero “Quillo”. Posteriormente nos bañamos en la piscina para relajar nuestros cuerpos serranos.

 
Tras iniciar la marcha, divisamos el Castillo de Belmonte, en donde como todo caballero armado intentamos subir la senda  que discurre al lado de la muralla. Desde allí nos dirigimos a Las Pedroñeras, donde tomamos otro de los muchos refrigerios del camino, y finalmente a El Provencio, no sin antes medio perdernos por debajo de los puentes de la autovía.
 La distancia del segundo día de la ruta fueron unos 110km y todo finalizó con unas “botas” en el Pastor sobre las 19.15 horas de la tarde y con una cena en dicho lugar.
 La experiencia fue buenísima y decir que la próxima edición intentaré realizarla desde el principio. Al que se quiera apuntar decirle que tiene que estar preparado no solo para dar pedaladas sino también para lo que vaya surgiendo (los que la realizamos ya me entienden). Dar las gracias a todos los componentes de los MORUNOS BIKES por la cuarta edición de esa ruta.

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